LAS COMPARACIONES SON ODIOSAS (2/3)

Espero que haya alguien ahí que tenga sed, porque la siguiente cerveza que presento es lo que llamarían los americanos un "thirst quencher".

La segunda entrada del concurso que presento es una witbier (o wit para hacerlo corto) belga, un estilo bastante facil de encontrar en las estanterías de los supermercados.

La tradición dice que estas cervezas se elaboran con cáscara de naranja y para la mía le he dado una pequeña vuelta incorporando además cáscara de lima y hojas de bergamota.

Si siguiera las indicaciones del BJCP debería tener muchísimo más trigo crudo del que lleva, pero mis experiencias previas con el cereal sin maltear me han animado a bajar la proporción.

El nombre Pampelmousse (pomelo en francés) pretende evocar los aromas cítricos que quería que tuviera la cerveza.

La etiqueta con la que se ha presentado al concurso muestra un grabado de un libro de botánica de la bergamota.

En esta ocasión la he comparado con una Hoegaarden, una cerveza ubicua en bares y en tiendas.

IKEA patrocina los vasos de esta comparación

Hoegaarden paliducha vs CasaFilo asolaná

A la izquierda, con color pálido la original y a la derecha la mía. Es evidente la diferencia de tono, pero me sorprende que la espuma sea la misma y que la carbonatación sea más consistente en la mía.

Está mal que lo diga yo, pero los aromas de una y otra nada tienen que ver. La Hoegaarden me olía a cartón mojado mientras que Pamepelmousse era todo cítrico en nariz.

La canción que propongo (en el código QR de la etiqueta) para acompañar mientras que te bebes la cerveza es esta , una alegre tonada para una tarde de asueto al sol.

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