EL DEDO EN LA LLAGA

Va para dos lustros que hago cerveza, con mejor o peor fortuna en esto.
Empecé, como se hacía antes, con extracto.
Conocí al único fabricante que había en mi ciudad, leí, vi vídeos, me pagaron un curso para aprender a hacer cerveza y bebí.

He hecho muchas ales, bastantes de estilo belga y le tengo cogido el hábito a hacer decocciones para cervezas de trigo, pero no me había atrevido a hacer lager.
Antes del verano hice trampa y preparé una "falsa lager" con Safale 04 en el rango más bajo de temperatura que acepta, y no quedó mal del todo.
Pero no era suficiente, quería la de verdad, quería una bohemian pilsner "comme il faut", así que me puse a ello hace unos meses.

Malta pilsen, lúpulo saaz, levadura M84 de Mangrove Jack...todo conforme al canon.
Preparé un starter el día antes con un mosto que tenía en el congelador de otra elaboración, puse el despertador temprano y lleno de ilusión me puse a ello.
Unas muchas semanas después, con su descanso de diacetilo y su guarda en frío correspondiente por fin embotello. Cajones de botellas con chapa verde se almacenan en mi sótano para regocijo de propios y extraños, ahhhh, la felicidad es esto.

Hasta que me entero de que José Fernandez "Sevebrau" viene a un bar al lado de casa. Esta es la mía. Nos habíamos visto varias veces, la última unos días antes en el BeerMad, necesitaba su aprobación.
Nervioso me acerqué al bar y necesité tomarme una pinta antes de echarle cara y pedirle que la probara.

Acetaldehido fué lo que me dijo, Acetaldehido resonaba en mi cabeza al irme a dormir, Acetaldehido por falta de levadura seguramente.


Mira que había leído que para las lager hay que ser generoso en la cantidad de levadura, pero para mi bastaba con mi starter de 1 litro durante un día, tuvo que meter Seve la nariz en mi vaso para que me diera cuenta de mi error.
Creo que en esos momentos aprendí mucho más que en meses de lecturas.


"La próxima vez ponle tres sobres de levadura niño, verás cómo no te pasa", y siguió con su cerveza.



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