Beermad Vs BBF... ROUND ONE, FIGHT!

 A quién quieres más ¿A papá o a mamá?
¿Playa o montaña?
¿Reyes Magos o Papá Nöel?

En la vida hay que tomar decisiones, y si te gusta la cerveza, una de ellas es Madrid o Barcelona, Beermad o BFF.

Para los que no hayan acudido a estas ferias, el modelo Beermad reúne un número de stands con un productor distinto en cada uno de ellos, mientras que el modelo BBF presenta una/s barra/s atendidas por personal de la feria con barriles pinchados que van rotando a medida que se acaban.

¿Cuáles son las consecuencias de estas dos alternativas?:

1. Mientras Beermad apuesta por contar con los fabricantes directamente, el BBF prefiere tener el mayor número de referencias posibles, pero sin la presencia de los elaboradores.

En el Beermad la organización “invita” a productores y en el BBF “compra” barriles.

Las consecuencias son claras; la oferta de referencias individuales es, sin duda, mayor en eventos con el modelo del BBF, mientras que el modelo del Beermad te permite ver y hasta tocar al cervecero elaborador (en la mayor parte de los casos).

2. Ambos modelos de organización nos atraen con cifras: 484 cervezas de hasta 25 países distintos pinchadas en Barcelona y más de 150 estilos diferentes elaborados por unas 45 empresas, en su mayoría nacionales, en Madrid.

Si bien esto es cierto, sabed que en ambos casos son cifras del total de la feria, lo que puedas beber dependerá, en gran parte, del momento en que acudas al evento:
- En el Beermad puedes encontrarte con que ciertas referencias se agoten en momentos de mucha  afluencia de público como el sábado por la tarde/noche, pero en la parte positiva al estar gran parte de los productores cerca o contar con distribuidores en la zona tienen una cierta capacidad para reponer existencias.
- En el BBF la organización tiene que gestionar el delicado equilibrio entre dar de baja las referencias que tienen poca rotación y mantener los stocks de las cervezas ofertadas vigentes hasta el final del evento.
- En ninguno de los dos casos tendrás todas las referencias disponibles en todos los momentos y te tocará apresurarte al stand/grifo que toque ante la noticia de que acaban de pinchar la referencia que buscabas. En los dos tipos de ferias te volverás a casa sin beber una de esas cervezas que tanto esperabas porque se ha acabado/no la pinchaban en esas horas, pero también es cierto que podrás descubrir referencias que ni siquiera sabías que existían.

3. Para los que se denominan “beer hunters” encontrar la referencia que buscas entre la oferta del BBF es una tarea sencilla gracias al buscador que ofrece la web del evento. En el caso del Beermad me temo que te va a tocar pasear un poco entre los stands y ver qué tienen pinchado en cada momento.

4. Otra de las diferencias de modelo es la elección del modo de pago. En Barcelona comprarás fichas y en Madrid pagarás con efectivo. Esta decisión tiene consecuencias que van más allá de las colas para adquirir las fichas y la imposibilidad de devolver las que no uses. Los precios en el caso de Barcelona variarán en unidades de fichas, mientras que en Madrid podrás encontrar cervezas por 2,50 € si el productor así decide.

5. En ambos sitios hay comida y música, pero es en las actividades complementarias donde encontramos una notable diferencia:

a. Beermad ofrece talleres en el propio recinto (además de la imprescindible II edición del encuentro de bloggers cerveceros). BBF presenta el OFF BBF, una serie de actividades en locales de la ciudad coincidiendo con el Festival.
b. El Barcelona Beer Challenge, competición cervecera, se celebra dentro de las actividades de la feria, mientras que en el BeerMad se entregará el Premio BEERMAD BLOG 2018.

Visto todo lo anterior llega el momento de ser subjetivo.

A algunos de nosotros nos cautivan esas largas parrafadas con el cervecero en persona, cuando te cuenta el emocionante momento en que decidió usar Simcoe, Citra y Summit para su IPA y eso sólo lo puedes tener en el Beermad.

A otros nos pone darle al untappd añadiendo referencias de ignotas cerveceras estonas que nadie más ha bebido y que nos hacen ganar reconocimiento y en el BBF lo vas a gozar.

Pero creo que perdemos la perspectiva pensando que estos eventos se hacen para nosotros.
Los elaboradores caseros que van a compartir conocimiento o los completistas que van a hacer muescas no son el grueso de los asistentes.
Tu amigo ese que ha venido a pasar el fin de semana y de paso se acerca, el aficionado que está en su fase inicial, los modernos que se apuntan al carro de la cerveza artesana por moda, los de la despedida de soltero que deciden pasarse porque hay música, bebida y animación un sábado a las cinco de la tarde… esos son los que hacen el grueso de la feria.

Nosotros, los otros, los que leemos blogs especializados y valoramos cervezas de manera obsesiva, los que olemos y miramos la copa al trasluz antes de dar un breve sorbo y anotar en nuestra agenda, lo que somos capaces de distinguir Cascade de Amarillo, nosotros somos parte del folclore de estas ferias por mucho que creamos que en torno a nuestra opinión debería orbitar el sector.

Si me preguntas (que harás muy bien en no hacerlo y aún mejor en no seguir mi consejo), para esa gente que tiene que llenar la feria la opción del BBF es muy fría. Las personas detrás de la barra no van a conocer ni defender lo que sirven con la pasión del que elabora. Habrá tantos “connaiseurs” encantados de poder probar la “Setembre Maduixots” de Ales Agullons o la “Experimental Beer” de Nel como “novatos” temerosos por no saber qué saldrá del grifo.

También es cierto que, para algunos de nosotros, acudir al BeerMad y oír al cervecero preguntando “¿qué te apetece, una rubia o una tostada?” hace que te plantees si el nivel no estará demasiado bajo, pero hay personas que necesitan esa “simplicidad”.

Si habéis leído hasta aquí, creo que os habéis merecido una cerveza (esa la pones tú), y un consejo (que te doy yo): “Id a las ferias, encontraos con gente, pasadlo bien y disfrutad de la experiencia”.


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